De tocar por la recaudación a llenar Atenas

 El músico cuartetero recordó su historia. Con un repertorio que mezcla nostalgia con novedades, el vocalista (ex La Fiesta y Banda Express) nacido en Laboulaye vuelve a la ciudad

Javier “el Tano” Romero cumple el mes que viene ocho años como solista y el aniversario lo encuentra activo y cantando.

En diálogo con El Diario, en la previa de su visita a La Parrilla de Arias en Villa Nueva el próximo viernes 5, el cantante mantuvo un diálogo que reunió un presente lleno de esperanzas y un pasado repleto de aprendizajes.

“En este momento nos encontramos grabando algo para nuestro próximo disco. Igualmente, todavía falta darle rodaje al disco actual (‘Cortito y al pie’), que lo saqué en todas las plataformas”, destacó Romero.

En ese tono también aseguró estar acostumbrándose a todo el vocabulario relacionado con los soportes digitales.

“A lo que se viene lo quiero sacar físico también. Por ahí estoy tildado de antiguo, pero pienso en las radios, en los operadores y obviamente en la gente... es otra forma de presentación. Además ahí, en el arte de tapa, pueden aparecer todos los que estuvieron colaborando y palpando el material”, se sinceró.

Con “10 años”, “Todo es posible” y “Cortito y al pie”, el músico sigue vigente y espera pronto subir todos sus discos a cada red. “Vi que había muchas cosas, pero ninguna subida por mí... la verdad es que me sorprende la cantidad de reproducciones”, enfatizó.

Enmarcado en lo que es la realidad imperante (COVID-19 de por medio), subrayó: “Nos estamos adaptando al protocolo porque no podemos estar con la banda. Llevamos la base con piano, bajo, bass y acordeón... no nos dejan tener muchos músicos”.

Respecto a las canciones que todos esperan (como “Te amo”, “Rosas y espinas” u “Otro día más sin verte”) aseguró: “Los éxitos por supuesto que van a estar, siempre es un placer hacerlos”, aunque reconoció: “Al principio cometí un grave error; dije que a esas canciones no las iba a hacer más porque por ahí la gente ya estaba cansada de siempre lo mismo... pero me las pedían. Me duró una semana eso no hacer los temas viejos, queriendo hacer todo lo nuevo. La gente siempre tiene la razón”.

“‘Rosas y espinas’ tiene, por ejemplo, 14 años y es impresionante en vivo, porque das cuenta que la gente lo canta a full”.

 

“La pandemia me vino bien”

Con simpatía, el entrevistado afianzó que durante el aislamiento por coronavirus la pasó “espectacular”.

“Me sirvió en un montón de aspectos. Había terminado de grabar el disco y a las dos semanas se viene el tema de la pandemia, como pasó el tiempo aproveché para sacarlo de forma digital. Tuve que aggiornarme y me la compliqué con una empresa inglesa, sé poco inglés, entonces imposible ponerme de acuerdo (risas), finalmente el 17 de junio estuvo todo subido”.

“En cuanto a reproducciones viene muy bien y me sorprendió porque no lo esperaba y ni sabía la repercusión que podía llegar a tener. El primer mes ya tenía 115 mil reproducciones y ni siquiera lo promocioné”.

 

Un quiebre

En cuanto a lo que se viene, Romero asegura que el nuevo disco marcará “un quiebre”. “Dejaré de lado un poco el protagonismo de los caños y tomo un poco más de bass y acordeón, tratando de sostener el estilo y la potencia. Tenía muchas ganas de hacer algo así y creo que estoy en el momento”.

Por último, y en cuanto a Villa Nueva, aseguró: “Voy a recordar mi historia desde que arranqué con La Fiesta, mi paso por la Banda Express, también con Ale Ceberio, un par de canciones de ‘Cortito y al pie’ y los clásicos”.

Así, Romero sigue con nervios en cada presentación, tal como cuando iba a ver al Mostro Sebastián: “Yo era fanático, primero no sabía ninguna canción, pero me gustaba todo lo que hacía: sus gestos, cómo se vestía, cómo subía y bajaba del escenario... Recuerdo que tenía 8 años cuando mi padrino me llevó a verlo en Laboulaye. Salí del baile y no veía la hora de volverlo a ver. Ahí me dije: “Eso quiero hacer... no quería laburar ni a palos (risas)”.

 

“Cuando me fui de Laboulaye pensé que no volvería a cantar”

En los 2000, el Tano Romero abandonó Laboulaye con destino a Córdoba capital.

Dejó en el camino su banda de blues y también su sueño de músico.

“Cuando doblé la primera esquina pensé: ‘No voy a cantar más’”.

La historia quiso que poco tiempo más adelante resultara triunfador del certamen de canto del exitoso programa “Telemanías”, y nada más y nada menos que La Fiesta con Cristian “el Loco” Amato lo invitara a sumarse a un proyecto naciente.

“Me tuvieron que convencer, era otra onda, pero pasé de cantar en un bar ante 300 personas a estar en el estadio Atenas con seis mil”, narró

Publicado en El Diario del Centro del País