domingo, julio 10, 2016
Laucha
Con muchas ansias, el público corrió rumbo a la taquilla para disfrutar de la segunda parte - luego de 20 años - de día de la independencia. Con un inicio que le guiña el ojo a su película anterior, se inicia una linealidad clásica de peliculas de suspenso que le dan ganas a uno de comer mucho pochoclo mientras observa como el mundo se va destruyendo a contrareloj.
El mundo se ha recuperado del ataque, pero algunas personas aún siguen con los "traumas" en su cabeza. Para colmo de males; los que habían tenido una conexión ahora vuelven a sentirla y ven venir un nuevo ataque, que finalmente se da y parece que va a terminar con todo.
La nave es otra - más grande obvio - la tecnología también. Pero, por supuesto, consiguen superar las batallas y exponer distintos suplicios por parte de los personajes que sufren pérdidas. (De madre uno, de tio otra, totalmente innecesarias).
De igual modo, los $165.000.000 millones de dólares gastados, se expone, se nota y se perciben.
Podría ser mejor, pero al menos se puede ver.
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